El tantra no es sexualidad

El tantra no es sexualidad,

ni sensualidad, ni vínculos amorosos.

El tantra es totalidad,

tejido de interconexión de todo con todo,

es la experiencia táctil de sentir todas las cosas

compuestas de la misma pasta vibrante.

Shiva y shakti no son un chico y una chica sagrados,

ni la energía masculina y femenina.

Shivashakti es la totalidad de la existencia,

que pulsa constantemente

entre el polo conciencia (Shiva)

y el polo experiencia (Shakti),

entre el aprendizaje y la acción,

entre la esencia y la substancia.

Como un yoyó, shivashakti siempre va junta,

en tanto que unidad indisoluble.

El polo Shiva se despliega hacia el polo Shakti,

y cuando llega al extremo que llamamos Shakti,

se repliega, se reabsorbe y se reconoce

hacia el polo Shiva, y así eternamente.

De nada sirve la experiencia sin conciencia,

sin aprendizaje.

Recoge lo vivido en lecciones de vida

que te permitan transformarte con ellas.

Tampoco es funcional la conciencia sin acción.

Sin vivir aquello que deseo o quiero,

o aquello que pienso que es justo y apropiado,

la conciencia se vuelve mente separada, estéril e impotente.

Convierte la conciencia en acción,

es la única forma de construir coherencia.

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