La bioenergética integrativa es una aventura de capacitación y transformación a través del desarrollo de la sensibilidad, la fortaleza y la conciencia del organismo, mediante las que vamos descubriendo un ser humano más integrado y lo que supone reconectar con la magia de lo invisible y vivir desde el corazón. Como indica su nombre es una bioenergética que integra y suma herramientas psicoterapéuticas corporales y energéticas con algunas tradiciones ancestrales en un marco de conciencia histórica y social.
El entrenamiento psicocorporal que proponemos se basa en la activación y la integración de cuerpo, mente, emoción y energía. Creamos un espacio de confianza, un entorno de familiaridad que posibilita el aprendizaje natural. Desarrollamos el movimiento, la sensibilidad, la fortaleza y el enraizamiento. Recuperamos el juego, el contacto, la experimentación y la toma de conciencia de cada uno como base del propio proceso.
Activamos diferentes sostenes, fortalezas y espacios internos que nos permiten caminar y vivir con más confianza y sensación de propósito. A partir de los efectos orgánicos que nos otorgan estos nuevos sostenes, las corazas se van disolviendo en forma orgánica y natural, a medida que dejan de ser necesarias, sin que haga falta forzar los desbloqueos, como ocurre en la bioenergética clásica, donde tempranamente rompemos las corazas quedando desamparados y sin protección ante la violencia del mundo. En la Bioenergética Integrativa la disolución de corazas y bloqueos es algo que sucede espontáneamente según nuestras posibilidades de cada momento. Algo similar ocurre con la sanación: podemos sanar, pero esto simplemente sucede cuando es el momento adecuado y están presentes los recursos internos que lo posibilitan.
Nuestra bioenergética bebe especialmente del aporte de Wilhelm Reich, en términos de la globalidad de su planteamiento, sobre todo en la obra de sus últimos años de vida, reuniendo varios ámbitos del saber como la biología, la medicina, la psicología, la sociología y la educación, entre otros, desde un replanteamiento integral de la mirada en torno a lo humano y al cosmos.
Hablamos también de que se trata de una bioenergética transpersonal (espiritual) porque reconocemos que la realidad que vemos es sólo la punta del iceberg de otras realidades invisibles a nuestros ojos pero que, con el adecuado entrenamiento, poco a poco podemos ir percibiéndolas. En efecto, la apertura a la sensibilidad energética y vibratoria nos hace constatar en forma empírica que nuestra vida, en apariencia objetiva y externa, está íntimamente vinculada a mundos sutiles aunque cada vez más tangibles para nosotros.
Para concluir nos gustaría señalar el lugar desde donde acompañamos en Mayéutika. Nuestro punto de partida es la confianza en que la vida sabe. Entendemos a la acción terapéutica como a un acto creativo que sucede sin ser dirigido. Nuestro abordaje no está centrado en eliminar síntomas sino en estimular la participación activa y profunda en el propio proceso vital. No pretendemos una vida sana en el sentido de estar bien, sino que la persona perciba la vida de una manera más amplia, intensa y sutil, a nivel mental, energético y emocional, y que pueda encontrar recursos para poder vivirla desde otro lugar, recuperando un sentido profundo o espiritual reconectado con la fuente de todo. Acompañamos a seres humanos, no trabajamos con síntomas ni cuadros clínicos, tampoco aplicamos esquemas. La escucha, la sensibilidad y la resonancia entre el terapeuta y las personas a las que acompañamos son nuestras herramientas fundamentales.
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