Mayéutika surge y se desarrolla como un diálogo de amor y una experimentación vivida del origen, la sensibilidad y la comprensión humana y no dual presentes tanto en tradiciones vencedoras como vencidas en la historia. Cristianismo original, cábala, taoísmo, tantra, bioenergética, cuestionamiento histórico y social se integran en una praxis, un cuerpo teórico y práctico común.
En las tradiciones vencedoras como la judeocristiana estamos investigando tanto en el aspecto simbólico y mítico (y religioso y espiritual) como el científico y racional. Vamos desgranando el trigo de la paja y así emplearlas como herramientas de comprensión y acción de vida y humanidad.
En el aspecto simbólico y mítico hemos viajado tanto al origen histórico como a su sentido original, a su esencia. Hemos ido más atrás de la creación del cristianismo como religión de estado, indagando los mensajes profundos que hay en las enseñanzas originales de Jesús. También hemos viajado, a través de la cábala, a la sabiduría profunda oculta que albergan los primeros libros del antiguo testamento.
En el aspecto científico y racional hemos indagado las tendencias más integradoras de la psicoterapia occidental, incluyendo el cuerpo y la energía (con Wilhelm Reich y su bioenergética) y los estados de conciencia no ordinarios, con las psicologías humanista, transpersonal e integral, con Roger, Groff y Wilber como referencias.
También en la comprensión y la toma de partido social y política volvemos a recuperar a Reich, siguiendo a Marx, y a otros como Débord o Cooper, para comprender que lo que está enfermo es la sociedad y que el individuo adaptado a ella está insensibilizado, acorazado, alienado, escindido interiormente y separado del mundo, así como manipulado por la ideología dominante de una sociedad de explotación, mercantil y espectacular. Que la transformación profunda será social o no será, aunque tampoco la harán individuos totalmente enajenados de sí mismos, por tanto el caminito es a todos los niveles al mismo tiempo: individual, relacional, colectivo y global.
Recuperamos también tradiciones vencidas como el auténtico tantra, el tao, la hechicería (o brujería) y el chamanismo, capacitándonos para distinguir de nuevo el grano de la paja y poder así poco a poco rescatar del olvido lo auténtico de estas tradiciones ancestrales y diferenciarlo de variantes recuperadas y desvirtualizadas por sus oponentes o directamente caricaturescas.
Téngase en cuenta que la sociedad capitalista se originó aplastando a las culturas que le precedieron en los territorios donde su implantación fue más salvaje y total, en Europa y América. Por ello, el chamanismo amerindio y la hechicería europea (o brujería) fueron sus víctimas más aniquiladas. De ahí que la tarea sea difícil, pues quedó muy poco, y las tentativas de reconstrucción son a menudo superficiales o idealizadas, lo cual no deja de ser, en cierto modo, comprensible dado el grado de su aniquilación.
Sin embargo, los imperios dominantes en Oriente, en particular China y la antigua India, lucharon contra sus sustratos culturales de un modo diferente. Los arrinconaron, les robaron todo lo que pudieron, despedazándolos y cambiándole el sentido profundo, pero no los aniquilaron, pues reservaron la cultura dominante sólo para la clase dominante, desentendiéndose de qué pensaba o cómo vivían las clases populares.
Por eso, cuando los integrantes de lo que más tarde fue Mayéutika empezamos a interesarnos por el origen no dual de la humanidad, y por saberes que lo incluyeran todo sin rechazar nada, encontramos en Oriente, en el tao y el tantra, elaboraciones más completas de esta tradición original, auténticamente humana. Tradición original cuya inspiración nos propuso, también merece ser nombrado, nuestro amigo René Guenon, como reconocimiento de que existe una única tradición primordial, o bien una cierta unidad de una sensibilidad humana de corazón, que vale la pena recuperar para que nos oriente en la actualidad.
Ése es el complejo diálogo de amor que desde el principio apasiona a Mayéutika. Diálogo que no sólo es discursivo, sino también vital y experimental. Mediante la comparación entre los distintos códigos y tradiciones, y la experimentación colectiva, vamos creando una mirada integrada relativamente unificada, un código mayéutiko y una visión mayéutika. Cuanto más coherencia y fuerza unificada presenta, paradójicamente, da más espacio a la singularidad de cada uno de los integrantes de este barco, tanto a aquel que llega como a aquellos que ya están.
Vicen Montserrat
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